Como se ha expuesto en la clase teórica impartida por Concepción Rodríguez Moreno, profesora de la asignatura Infografía y Patrimonio, la arquitectura se ha representado desde sus orígenes, lo que hay que prestar especial atención son en las técnicas empleadas, ya que a lo largo de los siglos, las herramientas de trabajo han ido cambiando y la representación ha sufrido importantes transformaciones, pudiendo diferenciar desde los grabados en perspectiva durante el Renacimiento hasta las animaciones virtuales de nuestro tiempo.
Ya en tiempos del Paleolítico, aparecen los primeros planos grabados sobre los muros de las cuevas y es a partir de entonces cuando se impulsa la necesidad de representar la arquitectura. En siglos posteriores, se va cambiando el soporte de representación, pasando de las pinturas sobre muros a planos tallados sobre bloques de piedras, muy recurrido en tiempos de Egipto, la Grecia Antigua y del Imperio Romano, donde a veces también solían ir acompañados de otro soporte material como podían ser las maquetas a escala, que no tenían una utilidad a la hora de proyectar, sino que poseían un carácter simbólico y religioso. Es durante la Edad Media, y tras la caída del Imperio Romano cuando este concepto de representar la arquitectura entra en decadencia, y no será hasta siglos después, aproximadamente hasta el siglo XVI, con la invención de la perspectiva durante el Renacimiento, cuando se vuelva a relanzar. Es entonces cuando surgen nuevas técnicas como los grabados en papel apoyados en la perspectiva o bien, ahora sí, maquetas meramente de trabajo. A partir de entonces son muchos los artistas que, interesados por el patrimonio, deciden dibujarlo y dejar constancia del mismo, así como son muchos los que se lanzan a la elaboración de nuevos tratados de la arquitectura, uno de los mas conocidos es el de Sebastiano Serlio.
Con estos avances que han ido surgiendo a lo largo de la historia, y con otros también que han surgido recientemente como lo son el de la aparición de la cámara de fotos, los escáner láser, o los ordenadores, ha sido posible llegar hasta las técnicas tan avanzadas que tenemos en la actualidad y que nos conceden la posibilidad de representar la arquitectura así como poder seguir avanzando hasta nuevas herramientas que puedan facilitar el trabajo a generaciones posteriores.